Articulaciones, los ensambles del cuerpo
Funcionalmente, las articulaciones constituyen los puntos de unión entre los componentes del esqueleto (huesos, cartílagos o dientes), que facilitan los movimientos mecánicos (en el caso de las articulaciones móviles), proporcionando elasticidad y plasticidad al cuerpo o permitiendo el crecimiento de ciertas estructuras del mismo, como el encéfalo (cerebro) o los discos epifisiarios (extremos de los huesos).
ESTRUCTURA Y FUNCIÓN
Para poder saber más a fundo como se encuentran y cómo funcionan las articulaciones, éstas se clasifican de dos maneras:
- Por su estructura (morfológicamente), las articulaciones se clasifican según el tejido que las une, sea fibroso (espalda, pelvis o algunos del cráneo), cartilaginoso (oreja) o sinovial (codo, rodilla o dedos).
- Por su función (fisiológicamente), el cuerpo humano tiene varios tipos de articulaciones, tales como las sinartrosis (no móviles), anfiartrosis (de movimiento muy limitado) y diartrosis (de amplio o complejo movimiento).
ARTRITIS Y LESIONES
Múltiples son las causas por las que una articulación puede dañarse. El uso continuo de ésta por muchos años, algún movimiento brusco o problemas hereditarios, son las causas principales por las que las articulaciones sufren algún tipo de daño o fractura.
Sin embargo, al padecimiento más común de las articulaciones, que se traduce en dolor y rigidez en el cuerpo o problemas en el movimiento, se le llama artritis. De manera común, la artritis causa dolor e hinchazón en las articulaciones, aunque también puede causar problemas en órganos como ojos o piel.
Como muchos padecimientos, la artritis se deriva por muchas causas y por ende se clasifica en varios tipos:
- Osteoartritis: este tipo se relaciona mucho con el envejecimiento o alguna lesión frecuente.
- Artritis reumatoide: es la forma más común de este padecimiento, relacionada con un problema con el sistema inmunológico del ser humano.
- Artritis reumatoide juvenil: es la variante del padecimiento anterior, sólo que ésta se presenta en niños.
- Artritis infecciosa: ésta se disemina por todo el cuerpo, debido a una infección causada, de manera regular, por una bacteria.
- Artritis psoriásica: ligada a pacientes que padecen psoriasis, una enfermedad de la piel caracterizada por picazón, engrosamiento, enrojecimiento y escamas plateadas.
Si bien esta es la forma característica de los problemas articulares, existen otro tipo de lesiones, también comunes, que suelen dañar a estas estructuras, y que se presentan de manera muy común en aquellas personas que practican algún tipo de deporte.
De manera accidental, como resultado de una mala práctica, falta de calentamiento, o el no estar en buena condición física, son las diversas causas por las que una lesión deportiva puede dañar una articulación, provocando alguno de los siguientes problemas:
- Esguinces, torceduras o desgarres.
- Lesiones en la rodilla.
- Hinchazón muscular.
- Lesiones en el tendón de Aquiles.
- Dolor a lo largo de los huesos.
- Fracturas.
- Dislocaciones.
PROTEGIENDO LAS ARTICULACIONES
Ya sea por padecer algún tipo de artritis, por alguna lesión deportiva o cualquier otro problema que mantenga alguna articulación inflamada o dañada, es necesario tomar ciertas precauciones en las actividades diarias (cocinar, limpiar, cuidar el jardín), con el fin último de reducir la carga en las estructuras que se encuentran afectadas o comprometidas, facilitando el trabajo de las mismas, así como reduciendo el dolor y ahorrando energía:
- Pedir ayuda cuando sea necesario.
- Equilibrar el reposo con la actividad.
- Ser más consciente de las posiciones en las que utilizamos el cuerpo.
- Escuchar al cuerpo: Si hay aumento de dolor, significa que se están sobrecargando las articulaciones.
- Simplificar el trabajo para ahorrar energía.
- Usar las articulaciones y los músculos más grandes (entendiendo por esto los más fuertes).
- Distribuir el peso a cargar con el resto de las articulaciones del cuerpo.
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