Dormir es una de las actividades que mayor disfrute aporta a nuestra vida diaria.
Durante la noche, después de comer o viajando en el asiento de pasajero, encontramos ese momento idóneo para relajar el cuerpo y entregarnos al revitalizante letargo que nos hace olvidar cualquier preocupación.
El vocablo sueño proviene del latín -sumnus-, palabra utilizada para designar tanto el acto de dormir, como el deseo de hacerlo.
El sueño es un estado de autorregulación y reposo uniforme de un organismo. Cuando un cuerpo se encuentra dormido alcanza bajos niveles de actividad fisiológica, presión sanguínea y respiración, así como una menor respuesta ante los estímulos externos.
Los efectos que tiene este estado sobre nuestra persona son variados, desde la selección activa de nuestros recuerdos y la integración de la memoria, hasta la transfiguración de nuestros deseos y fantasías en forma de sueño.
Ahora bien uno de los aspectos claves que determina el adecuado descanso y jornadas saludables de sueño es nuestra postura a la hora de dormir.
Ya sea boca arriba, de lado o en posición fetal, debemos considerar distintas implicaciones para evitar despertar con dolores lumbares, de hombros o cuello.
Si bien existen muchas alternativas populares para mejorar nuestra postura al dormir, una de las más simples y efectivas es contar con la almohada adecuada.
Al seleccionar la almohada adecuada debemos de considerar que la forma en la que se adapta a nuestro cuerpo resulta principalmente relevante.
Una almohada aparentemente ortopédica, fabricada a base de espuma puede aportar un soporte demasiado rígido y definitivamente nada moldeable.
Una almohada muy suave y de poca altura puede ocasionar que nuestro cuello quede en un punto incierto sin el soporte adecuado.
Lo ideal es una almohada ergonómica que adquiera de forma natural la silueta de nuestro cuerpo, soportando con sutileza las diferentes y únicas fisionomías de cada individuo como la Almohada Sognare®.
Construida con microfibras de gel, se convierte en la única almohada inteligente que integra todos los beneficios de una almohada ortopédica con la seguridad de contar con una constitución hipoalergénica.
Si bien las distintas opciones que nos ofrece el mercado prometen solucionar nuestros trastornos de sueño, lo cierto es que basta con recostar la cabeza en una Sognare® para darnos cuenta que al menos en cuanto a la comodidad y delicadeza, nuestros problemas están resueltos.
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