¿Eres de los que al ir a la cama se la pasa dando vueltas en su colchón esperando que el sueño llegue solo? Con estos ejercicios pronto aprenderás a dormir mejor.
Existen diferentes métodos que te ayudan a conciliar el sueño, elige el que más se adapte a tu rutina y gusto.
Practicar ejercicio físico durante el día te ayuda a dormir mejor durante la noche, porque gastas energía.
Los ejercicios de relajación como la respiración se practican al momento de querer dormir, son cortos y muy efectivos.
Ejercicio físico
Te recomendamos no hacer ejercicio al menos 2 horas antes de ir a la cama, menos si es intenso.
Si realizas rutinas de alto rendimiento alteras tu sistema nervioso y recuperar su ritmo normal llevará tiempo, haciendo que te cueste trabajo dormir.
Durante el día puedes andar en bici o caminar por lo menos 30 minutos diarios al día.
Cuando vas al gym o realizas ejercicio de alta intensidad por un tiempo prolongado en la mañana, por la noche tendrás la recompensa de un descanso reparador.
Dormir mejor será más sencillo si practicas una actividad física, además también notarás cambios en tu concentración y rendimiento laboral.
Ejercicios de relajación
La respiración es uno de tus mejores aliados si quieres visitar a Morfeo rápidamente.
Con los siguientes ejercicios dormirás con la mente despejada mientras relajas tu cuerpo.
Respiración cuadrada
Recuéstate boca arriba y coloca tus manos sobre el estómago. Cierra los ojos e inhala por la nariz contando hasta cuatro.
Retén la respiración mientras cuentas hasta cuatro y saca el aire durante el mismo tiempo (4 segundos).
Ahora descansa cuatro segundos y repite el proceso de 5 a 7 veces.
Respiración profunda
Ser consciente de tu respiración y conocer su proceso te ayuda a relajar tu mente y aumentar tu concentración.
Una vez que estés en tu habitación a punto de descansar, coloca una mano a la altura de abdomen y otra sobre el pecho.
Relaja los músculos de tu cuerpo y cierra los ojos, siente como descansas desde los dedos de los pies hasta la punta de tu cabeza.
Concéntrate en disminuir la tensión de la frente y mandíbula e inhala despacio hasta sentir que tu abdomen se infla, aguanta la respiración unos segundos y exhala lentamente, sintiendo cómo tu abdomen se contrae.
Practica la respiración qué más te guste o altérnalas para darle dinamismo a tu sueño y dormir mejor.
Sueño de calidad
Incrementa tu descanso vistiendo a tu cama con productos especializados en el sueño que te ayuden a tener uno de calidad.
Podrías pensar que una almohada no puede hacer la diferencia, pero la realidad es que sí, porque el soporte exacto para apoyar tu cabeza ayuda a que toda tu cadena muscular y ósea se relaje.
Si a eso le aumentas un colchón que elimine los puntos de presión al dormir y una almohada que se adapte a tu postura cuando sueñas pronto notarás la diferencia.
Dormir mejor es muy sencillo, solo basta con elegir inteligentemente tus productos de descanso y pronto tendrás el sueño que te mereces.
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